Los sistemas radiantes, además de ser considerados la mejor instalación de calefacción para el invierno, es una de las mejores soluciones también para el refrescamiento estival.

¿Como funcionan?

En verano el agua fría de 15÷18 °C circula en los tubos del sistema radiante por suelo, techo y pared. Según el principio de la radiación, o sea la transferencia  de energía en forma de ondas electromagnéticas, las superficies absorben el calor del ambiente y permite al cuerpo humano de equilibrar perfectamente los propios intercambios térmicos con un aumento del nivel de confort percibido.

Para alcanzar el máximo confort y un funcionamiento óptimo de la instalación es importante incluir un adecuado sistema de deshumidificación que controla la humedad del aire en cada momento y evita la formación de condensado sobre la superficie radiante.

De esta manera toda la familla puede aprovechar habitaciones confortables, amplias, silenciosas, sin corrientes de aire ni movimento de polvos.