Bajo el suelo o en el techo, los sistemas radiantes ofrecen grandes ventajas en todas las estaciones
Los sistemas de suelo y techo radiantes son ideales para calentar y refrigerar cualquier edificio.
Ambos aprovechan grandes superficies como emisores de calor, garantizando una distribución homogénea de la temperatura en las estancias, un consumo reducido, un funcionamiento silencioso, una limpieza fácil y la ausencia de estorbos antiestéticos y peligrosos.
Funcionando gracias al principio de radiación, también permiten al cuerpo humano equilibrar perfectamente sus intercambios térmicos con el entorno y garantizan una agradable sensación de confort en todo momento.
A la luz de estas consideraciones, ¿cómo saber si es mejor optar por un sistema de calefacción y refrigeración por suelo o por techo?
NUEVAS CONSTRUCCIONES
El sistema de suelo radiante es sin duda la solución más conocida y extendida en el sector residencial, pero la calefacción y refrigeración por techo es una excelente alternativa, especialmente cuando se opta por soluciones de baja inercia térmica.
En los edificios modernos con un elevado aislamiento térmico, los sistemas de baja inercia térmica son especialmente recomendables, ya que permiten adaptar rápidamente el clima interior a las necesidades de confort del usuario (una vez alcanzada la temperatura ambiente deseada, el sistema deja inmediatamente de suministrar calor; en cuanto la temperatura interior desciende, el sistema se activa y está inmediatamente en condiciones de suministrar calor).
Estas soluciones, además de ofrecer constantemente un alto nivel de bienestar, permiten contener el consumo: el sistema sólo entra en funcionamiento cuando es necesario, sin derrochar energía ni comprometer el confort climático.
Tanto los sistemas de techo como los de suelo radiante seco o empotrado en una capa mínima de solado son soluciones de baja inercia térmica.
REHABILITACIÓN
La tecnología utilizada por los sistemas de paneles radiantes bajo el suelo o en el techo es prácticamente la misma, pero existen contextos en los que el sistema radiante de techo puede ayudar a sortear costosos obstáculos, especialmente en el caso de reformas de edificios y actualizaciones energéticas.
Renovación de edificios con techos interiores muy altos
En el caso de renovaciones de edificios con alturas interiores bastante elevadas, el sistema de techo se convierte en una solución ganadora. La instalación de un sistema de calefacción y refrigeración por techo no solo dota al edificio de un sistema de última generación para la climatización en invierno y verano, sino que al mismo tiempo permite rebajar los techos y favorece el aislamiento térmico hacia arriba.
Voluntad de conservar un suelo existente
El sistema de techo radiante es ideal cuando es necesario crear un sistema de calefacción o refrigeración sin afectar al valioso suelo existente. De hecho, esta solución implica la instalación de una estructura metálica en el techo para anclar los paneles y no supone ninguna actuación sobre el suelo.
Necesidad de una intervención mínimamente invasiva
La realización de sistemas de techos radiantes no requiere operaciones extremadamente invasivas ni fuertes demoliciones. Una vez verificados los requisitos y realizado el diseño, el sistema puede realizarse en pocos días, incluso en edificios ya habitados.
Dificultades para encontrar espacio para otras instalaciones
La ejecución de un sistema de calefacción y refrigeración por techo implica la creación de un hueco entre la superficie del sistema y el techo situado encima. Este hueco puede aprovecharse para el paso de otros sistemas, facilitando, agilizando y conteniendo los costes de su ejecución.
Más información sobre el aire acondicionado por techo radiante
Leer la referencia